Los desarrollos recientes en torno al conflicto bélico entre la Federación de Rusia y Ucrania: demasiado pronto para anticipar el fin de la guerra |
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Escrito por Alejandro Torres Rivera |
Jueves, 05 de Junio de 2025 06:44 |
5 de junio de 2025
El 16 de mayo se reunieron en Estambul, Turquía, delegaciones de la Federación de Rusia y Ucrania para el inicio de conversaciones, en realidad el reinicio, dirigidas a auscultar un acuerdo de alto al fuego entre las partes que eventualmente pueda llevar a un acuerdo final para poner fin al conflicto bélico. La delegación rusa estuvo encabezada por Vladimir Medinski, asistente del presidente Vladimir Putin; y por la parte ucraniana, por el Ministro de Defensa, Rustem Umerov. Parte de la delegación ucraniana la integraron también los jefes adjuntos de los Servicios de Seguridad, del Estado Mayor General y del Ministerio de Relaciones Exteriores.
De acuerdo con el presidente Putin, las conversaciones deberían ser “sin condiciones previas”.
La primera ronda de negociaciones se desarrolló en Estambul, Turquía. La misma permitió un acuerdo para el intercambio de 1,000 prisioneros de guerra por cada parte. Se esperaba que hubiera una propuesta de acuerdo por la parte rusa, lo que no ocurrió en esa primera reunión, aunque a juicio de observadores estadounidenses, las conversaciones sólo progresarán en la medida que tanto el presidente ruso como el presidente ucraniano estén dispuestos a reunirse directamente, lo que en estos momentos no se avizora en el horizonte.
Por su parte, el Vicepresidente del Consejo de Seguridad de la Federación de Rusia, Dmitri Medvéded, advirtió que un fracaso en las negociaciones podría llevar a una “etapa más terrible del conflicto”, con nuevas armas y participantes.
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, tras haber hablado con sus homólogos ruso y ucraniano, indicó que Ucrania y Rusia empezarían de inmediato negociaciones de cara a un alto al fuego y, "todavía más importante", el fin de la guerra.
De acuerdo con lo expresado por Trump con relación a dicho encuentro: “…todo salió muy bien. Rusia y Ucrania iniciarán de inmediato negociaciones para un alto el fuego y, aún más importante, el fin de la guerra.”
Trump añadió que “las condiciones para ello se negociarán entre ambas partes, como solo puede ser posible, ya que conocen detalles de una negociación que nadie más conocería.” El tono y el espíritu de la conversación, sostuvo, “fueron excelentes”.
El presidente estadounidense indicó que Zelensky estaba al tanto de lo conversado por él con Putin. También indicó que informó a la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, a la primera ministra italiana, Giorgia Meloni, y a los líderes de Francia (Emmanuel Macron), Alemania (Friedrich Merz) y Finlandia (Alexander Stubb), durante una llamada posterior a la mantenida con Putin.
El presidente ucraniano señaló que esperaba conocer las condiciones de la Federación de Rusia para un alto al fuego. A tales efectos indicó:
"Desconozco las condiciones de la parte rusa, pero como lo he entendido en nuestra conversación con el presidente Trump, Rusia quiere enviarnos un memorándum”.
Añadió que “los primeros pasos tienen que ser aceptables para ambas partes", descartando de plano que Ucrania acepte retirar sus tropas de las regiones reclamadas por Rusia. Señaló que “nadie sacará a nuestros soldados de nuestro territorio”.
Este será uno de los puntos más neurálgicos en el proceso de negociación dado el hecho de que, por la parte rusa, la posición que ha sostenido su gobierno al presente es que, desde la perspectiva de su seguridad, Rusia no renunciará a los territorios ya ocupados. Sobre el particular, también voceros de Washington se han expresado en una misma dirección. De hecho, al momento de retomar nuevamente las conversaciones, en el terreno donde se libra la guerra, Rusia avanzaba obteniendo y ocupando nuevos territorios
Como indicamos, luego de la reunión entre representantes de Ucrania, y la Federación de Rusia con la mediación de Turquía de 16 de mayo de 2025, que produjo un acuerdo para el intercambio de un millar de prisioneros de guerra por cada una de las partes. Se acordó, además, una nueva ronda de negociaciones a tener lugar nuevamente en Estambul el 2 de junio. Para dicha reunión las partes tendrían pendiente el intercambio escrito de sus respectivas propuestas.
Moscú rechazó inicialmente la petición de Kiev de entregar por adelantado su propuesta. Sin embargo, observadores internacionales del proceso indicaron que, por la parte rusa, el acuerdo incluía: (a) la detención de la expansión de la OTAN, incluyendo no sólo a Ucrania, sino también a Georgia y Moldavia; (b) el levantamiento de sanciones por parte de Occidente; (c) el rechazo en estos momentos a un alto al fuego; (d) la cesión de los territorios de 4 regiones ocupadas durante la guerra en el Dombás; y (e) la suspensión por parte de Occidente del envío de armas a Ucrania.
De acuerdo con Mark Wauck, en escrito de Global Research de 3 de junio de 2025 titulado “Condiciones del alto al fuego de Rusia. Resolución política. Memorando de acuerdo”, los términos del Memorando de Rusia, entregado a la delegación ucraniana en la mesa de negociación, incluye: (a) la retirada completa en 30 días a la fecha de implantarse el alto al fuego de las fuerzas armadas de Ucrania de las Repúblicas Populares de Donetsk y Lugansk, así como de las regiones de Zaporiya y Jerson y la prohibición de cualquier redespliegue militar; (b) reconocimiento internacional de los cambios en el terreno de Crimea y el Donbass, una declaración ucraniana de neutralidad, incluyendo no llevar a cabo alianzas militares extranjeras o la presencia de fuerzas militares extranjeras y la prohibición de armas nucleares; (c) elecciones nacionales dentro de los 100 días en que se levante la ley marcial, un tratado de paz jurídicamente vinculante tras las elecciones, respaldado por el Consejo de Seguridad de la ONU; (d) amnistía a los detenidos (civiles y militares), garantías para la población de habla rusa y plenas garantías de ejercicio de sus derechos y libertades, incluyendo la renuncia a reclamos recíprocos por daños ocasionados por la guerra; (e) levantamiento de sanciones actuales de Ucrania contra la Federación de Rusia; la renuncia a imponer nuevas sanciones y el fin del apoyo militar de Occidente, suministro de armamento e intercambio de inteligencia con Ucrania.
Mientras se acercaba el momento para una nueva ronda de negociaciones, el día 1 de junio de 2025 Ucrania lanzó varias audaces y sorpresivas operaciones militares contra territorio ruso. Estas incluyeron el sabotaje de líneas férreas y la destrucción de dos puentes, provocando el choque de dos trenes de pasajeros con innumerables víctimas en heridos y muertes. La operación, al ser dirigida contra civiles, fue considerada por Moscú como un acto de terrorismo.
También en vísperas de la reunión en Estambul, Ucrania desarrolló un ataque militar contra cinco aeródromos dentro del territorio ruso. Según indican fuentes ucranianas, en los ataques fueron destruidos en tierra 40 medios aéreos rusos, incluyendo aviación estratégica, con un costo aproximado de $7 mil millones. Se indica por algunos observadores internacionales que se trata de un movimiento ucraniano de provocación destinado a hacer fracasar las negociaciones en Turquía; provocar una respuesta extrema de parte de Rusia que podría implicar una represalia nuclear; y provocar a Estados Unidos y a la Administración Trump. Sin embargo, estos mismos observadores estiman que los ataques ucranianos no cambiarán el curso de la guerra en tierra, donde fuerzas rusas continúan avanzando en el terreno.
A raíz de los ataques, Putin convocó una reunión de urgencia de su Consejo de Seguridad para evaluar la situación y definir una respuesta.
De acuerdo con voceros ucranianos, la operación se inició tras un año, seis meses y nueve días de planificación, utilizando 117 drones infiltrados en territorio ruso mediante camiones. Analistas independientes en España indican que, como resultado de la operación, contrario a lo indicado por Ucrania, sólo tres aviones resultaron destruidos en dos de las cinco instalaciones atacadas y 4 fueron dañados. En las restantes instalaciones, los ataques fueron repelidos. Ucrania por su parte indica haber destruido el 34% de la aviación estratégica de la Federación de Rusia.
Tanto Francia como el Reino Unido y Alemania han respaldado la operación ucraniana. Se trata de países que apuestan a descarrilar una salida negociada de la guerra en estos momentos y por el contrario, apuestan a la ampliación de la guerra para procurar el desgaste de las fuerzas rusas en el conflicto.
En el pasado año la Federación de Rusia anticipó cambios en su Doctrina Nuclear. Bajo los nuevos parámetros estaría permitida una respuesta nuclear por parte de dicho país ante un ataque contra su aviación estratégica.
Para algunos analistas, el desenlace de la guerra en el terreno de los combates favorece a Rusia y no a Ucrania. Indican que esta “provocación” por parte de Ucrania permitiría a Rusia plantearse la ocupación de mayor territorio de dicho país bajo la premisa de garantizar aún más su seguridad. Otros comentan sobre la posibilidad de que en dicha operación, además de los servicios secretos de Ucrania, también haya habido participación de los servicios secretos de algunos países de la OTAN, incluyendo de Estados Unidos. Para ello indican, Ucrania no posee suficiente capacidad tecnológica y satelital para llevar a cabo este tipo de operaciones. En el pasado ya se ha indicado el apoyo de Occidente a Ucrania a través de este tipo de tecnologías de vigilancia.
Analistas del proceso, sin embargo, cuestionan el impacto real de la operación ucraniana. Indican que los medios aéreos destruidos o dañados en tierra por parte de Ucrania son aviones que al presente tienen más de 30-40 años de fabricados. No obstante, más allá de si estamos ante medios aéreos viejos, lo cierto es que la operación militar ucraniana ha sido un fuerte golpe propagandístico y ciertamente demuestra falta de preparación de la Federación de Rusia para prevenir este tipo de operación encubierta.
Recientemente hubo un atentado contra el helicóptero que transporta al presidente ruso, lo que se suma a lo que podría ser la respuesta rusa ante este nuevo evento.
A pesar del golpe infligido por Ucrania a la Federación de Rusia, en el segundo día de conversaciones, la parte rusa entregó a la parte ucraniana un Memorando que incluía dos etapas: primera para alcanzar una paz duradera y la segunda, para pasar a un alto al fuego completo. Rusia también ofreció devolver a Ucrania los cadáveres congelados de 6 mil efectivos ucranianos fallecidos en combate; crear de inmediato una comisión médica para viabilizar el intercambio de prisioneros con heridas graves; establecer un alto al fuego de dos a tres días para que las partes recojan cadáveres; y el intercambio de 101 niños por la parte rusa a Ucrania y 22 por la parte ucraniana a Rusia, que han quedado del lado de cada parte en el conflicto.
De acuerdo con CNN, el memorando ruso vuelve a exigir a Ucrania que se retire de cuatro regiones parcialmente ocupadas que Rusia, una concesión territorial que Kiev ha rechazado repetidamente.
El Memorando establece que Ucrania debe aceptar límites estrictos a sus fuerzas armadas, no unirse jamás a una alianza militar, como tampoco acoger tropas extranjeras en su territorio, ni adquirir armas nucleares. Se trata de la desmilitarización ucraniana en su forma más radical, lo que también es inaceptable para Ucrania y gran parte de los países de Europa, que consideran al país una barrera contra una mayor expansión rusa.
Otras demandas rusas incluyen el restablecimiento de plenos lazos diplomáticos y económicos; que ninguna de las partes exija reparaciones económicas; y que se levanten todas las sanciones occidentales contra la Federación de Rusia.
A pesar de las partes estar en la mesa de negociaciones, Ucrania se ha propuesto demostrar que tiene la capacidad para continuar la guerra que enfrenta con la Federación de Rusia.
En otra intrépida operación militar, Ucrania atacó el puente que conecta Rusia con la península de Crimea con explosivos colocados bajo el agua. Se trata de su tercer ataque contra dicho puente inaugurado en 2018. El servicio de seguridad ucraniano, el SBU, informó en Telegram que sus agentes minaron los pilares del puente de Crimea, también llamado Puente Kerch, y detonaron el primer explosivo a las 4:44 a.m. de este martes. La planificación y operación para ejecutar el atentado duró varios meses.
Todo apunta a que en medio de las negociaciones, Ucrania pretende transmitir no sólo a la Federación de Rusia sino a sus socios de la OTAN, que el país mantiene su capacidad militar frente a Rusia, con acciones intrépidas como las descritas a pesar de los reveses que viene sufriendo en los frentes de guerra en tierra.
La agencia de seguridad de Ucrania afirmó haber utilizado 1,100 kilogramos de explosivos dañando gravemente los pilares submarinos que sostenían el puente. Sin embargo, otras noticias indican que el tránsito fue interrumpido sólo por algunas horas.
De acuerdo con la página electrónica Infobae de fecha 3 de junio de 2025, Zelensky envió una delegación a Washington “con una misión desesperada: convencer a Donald Trump de endurecer las sanciones’ contra la Federación de Rusia. El centro de esa estrategia, se indica, “es el proyecto del senador Lindsey Graham, que propone imponer aranceles del 500 % a los países que compren materias primas rusas.” La esperanza de Kiev es que, “al tocar los bolsillos de los aliados comerciales de Moscú, el Kremlin se vea obligado a reconsiderar sus condiciones.”
En los últimos días, las tropas rusas “han tomado varias poblaciones en el Dombás como Andriivka y Vodolagui; han consolidado su presencia en Loknya y Márino, y presumen de avances “significativos” en los alrededores de Volchansk, en Kharkiv. Once localidades han sido evacuadas en Sumi, donde Ucrania denuncia la concentración de más de 50,000 soldados rusos.” Todo aparenta ser la planificación de una ofensiva rusa por tierra.
Como puede notarse, más allá de los intrépides operativos militares llevados a cabo por Ucrania dentro de la retaguardia de la Federación de Rusia, en el terreno de la guerra en su propio territorio, la suerte de las tropas ucranianas es incierta en el mejor de los casos, y de profundo desgaste y capacidad operativa en la situación real.
Todavía es de esperar la respuesta rusa a las recientes operaciones ucranianas, como fueron los ataques a los trenes de pasajeros; el atentado al helicóptero del presidente Putin, los bombardeos de los aeródromos en el interior del país y el reciente atentado al puente que une la Federación de Rusia con la península de Crimea. |
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