Rafael Cancel Miranda: No pequemos de ignorantes Imprimir
Escrito por Rafael Cancel Miranda   
Miércoles, 31 de Mayo de 2017 17:58

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De niño me formé con los nacionalistas y entre ellos jamás escuché la palabra “miedo”, pero hará un rato vi un programa de televisión en el que dos jóvenes científicos explicaban con ilustraciones del cerebro humano cómo a través de la tecnología se podía estimular distintas áreas del cerebro para formar opiniones. Le comenté a mi esposa que había visto algo que metía miedo. Vi el programa en un canal extranjero pues aquí no querrían que supiéramos cómo se nos puede manipular sin que nos demos cuenta. Creo que la rama de la ciencia que investiga esto se conoce como “neurociencia”.



Al igual que la Agencia Central de Investigaciones (CÍA) hace en Latinoamérica, en Puerto Rico los agentes del Buró Federal de Investigaciones (FBI) y las corporaciones han desatado una guerra mediática con relación al patriota Oscar López Rivera. Comenzaron esta guerra mediática mucho antes de que se seleccionara a Oscar para honrarlo en la Parada Puertorriqueña. En Chicago, cuando se anunció que se designaría una calle del barrio puertorriqueño con el nombre de Oscar, el FBI retomó su propaganda sobre Fraunces Tavern, tema que han reciclado hasta la saciedad.

Me parece que más que una guerra mediática contra Oscar, es una guerra contra el derecho del pueblo puertorriqueño a su independencia y a defenderse contra la opresión colonial. Qué puede ser más terrorista que la junta dictatorial de control fiscal que impone al pueblo puertorriqueño una crisis de grandes proporciones para pagar una deuda que no ha sido auditada para así poder determinar su legalidad. Pero ante este abuso callan los que gritan a viva voz contra Oscar y contra la Parada Puertorriqueña.

Para terminar, por ahora, unos versos dedicados a la Parada Puertorriqueña.  

Desfile puertorriqueño,
te quieren desaparecer,
porque ese día tu pueblo
reafirma su propio ser.

Que yo siempre, pueblo mío,
he desfilado contigo,
empezando desde niño
y hasta el fin de mi destino.

Pueden llamarme terrorista
si eso quiere decir
que por mi pueblo boricua
voy adonde haya que ir.

Por los gringos no tiré un tiro,
en Corea lo demostré,
pero por mi Puerto Rico
hago lo que haya que hacer.

Llámeme usted terrorista,
llámeme usted lo que quiera,
mi pueblo es mi familia
y lo defiendo como sea.